miércoles, 30 de noviembre de 2011

I'm singing' in the rain...


RESUMEN
 Años 50, apogeo del cine mudo a la vez que va quedándose atrás por la llegada arrasadora del cine sonoro. Momentos en los que Don Lockkwood, junto a Lina Lamont, es plena estrella de Hollywood. Juntos fingen estar saliendo para dar mayor difusión a sus films. Él es un actor destacado y muy romántico del cine mudo, pero que le ha costado un esfuerzo llegar hasta donde ha llegado, siempre respaldado por su compañero y amigo Cosmo Brown. Ella, una bella actriz y no tan tonta como parece, ya que es peligrosa con sus ideas. Pero la verdadera protagonista es Kathy Selden, amor incondicional de Don (la conoce en el momento de huir de sus alocadas fans). Ella al principio se muestra bastante esquiva, dado a su pensamiento de actriz de teatro contrapuesta con la del cine mudo; después de portarse así con Don, resulta ser una de las bailarinas del coro que va a la fiesta de los actores. Nuestro famoso actor no puede conquistarla, hasta que a ella la contratan en su productora y se enamoran locamente. El cine sonoro estaba llegando. Entre esto y el nefasto estreno de su última película, había que renovarse: el último film de Lockkwood convertido en un musical. Era una idea genial pero con un inconveniente: la horrible voz de la protagonista. De repente, se les ocurre que Kathy doble a Lina sin que ésta se entere. Como siempre, ésta lo acaba descubriendo, y amenaza a la productora para no perder su prestigio. No obstante, en una de las presentaciones del film, los espectadores se extrañan de su horrible voz y le piden que cante; le dice a Kathy que le ayude en el doblaje del directo, cuando en plena canción, el director, Don y Cosmo, levantan el telón quedando así descubierta la auténtica actriz. La insoportable Lina queda despedida, y todo esto acaba en el comienzo de una gran historia (cinematográfica y personal) entre Don y Kathy.  

TRAYECTORIA PROFESIONAL
 Stanley Donen, nacido el 13 de abril de 1924 en Estados Unidos, es un coreógrafo, bailarín y director de cine.
Bailarín y coreógrafo a la vez en los estudios de la productora MGM es considerado uno de los maestros del cine musical. Dirigió junto a Gene Kelly (otro de los grandes) Un día en Nueva York (1949) y Cantando bajo la lluvia (1952), que se ha convertido en un clásico del cine musical. Siempre hace buen tiempo, en 1955; Tres chicas con suerte (1953); Siete novias para siete hermanos (1954) y Funny Face (1957) son el resto de películas dirigidas. Luego se orientó hacia la comedia pura, donde mostró sus facultades en la dirección de actores famosos: Indiscreta (1958), Charada (1963) y Dos en la carretea (1967).
En 1969 rodó una atrevida tragicomedia de temática gay: La escalera, con Richard Burton y Rex Harrison, sobre. Esta película no pudo estrenarse en España hasta 1976 y tuvo limitada difusión, en parte entorpecida por la viuda de Burton; en 2011 ha sido recuperada.
Por otro lado, Gene Kelly nació el 23 de agosto de 1912 en Pensilvania. Su familia era de clase media-baja.

TRANSMISIÓN DE OPTIMISMO
Esta película nos transmite tanto optimismo por dos razones fundamentales. La primera es porque, respecto a todos los problemas que tienen durante la narración, los enfrentan con una canción (claro, es un musical), unos bailes y unos pensamientos muy positivos: todo va a ir bien. Esto representa una paradoja que interpretan ellos: los problemas, las cosas tristes, son de cierta manera como la lluvia, oscuras, y éstos, debido a ese optimismo del que hablamos, afrontan los problemas con decisión y responsabilidad, salen a la calle a mojarse y a disfrutar bajo el agua, sin importarles las consecuencias en ese momento. Esos bailes y esas interpretaciones influyen mucho en el espectador, dan ganas de ponerse a bailar con ellos; además, todas las coreografías, hacen mella en el interés de la gente, muchos seguro que quisieran ser los protagonistas por el simple hecho de que ahí parece que reine la alegría (todo es perfecto, aunque haya costado). Después, combina muy bien dos grandes temas: la comedia con el amor. La música también es alegre y graciosa, a la vez que hay canciones de amor.  


OPINION PERSONAL
Tenía ganas de ver este musical debido a los comentarios que había recibido, y la verdad es que la sensación ha sido muy agradable. Si los musicales tienen un argumento de peso, me gustan mucho, disfruto con la música. Además, las coreografías y puestas en escena están muy elaboradas, los pasos de baile son increíbles, a la vez que la música concuerda perfectamente con la moraleja de la película, ese optimismo. La interpretación de Don, como se le sube la fama a la cabeza... es sin duda una de las razones por las que te ríes; luego sufre perfectamente lo difícil que es rodar una película, y más en aquellos tiempos en los que se incorporaban tantas novedades en las tecnologías. En realidad, toda la película me ha encantado, excepto un número de baile que se hace un poco pesado, pero todo está muy elaborado. Hay dos números que tengo que destacar, el que sale el trío en la casa, apoyando a Don en el proyecto de la película, una coreografía muy difícil; y la de “Cantando bajo la lluvia”, el momento del paraguas tan mítico, y todo en general, realmente trabajado. Los momentos en los que Don se le declara, ver cómo ella le rehúye, son muy graciosos y me gusta el hecho de que no sea “una mujer fácil”. Al final, todo lo costoso tiene mayor recompensa.